Comienza Octubre y salen los pañuelos al cuello, las ropas oscuras con ese aire monótono y el viento, el que no da tregua ni a las monjas,las cuales corretean nerviosas porque se las vuela el Velo. Y ahí estoy yo, paseando por las callejuelas del centro, camara en mano y con un pesado libro en la mochila, si por lo menos ya hubiera desayunado...Hasta las legumbres muestran su color mas pálido. Como dice la cancion: "otra vez las nubes vienen negras..."